sábado, 14 de julio de 2007

La migración, mano de obra barata


Cada vez más se ven extranjeros en puestos de trabajo como el de servicios domésticos, en este sector la mayoría de las veces se trabaja sin contrato. La construcción, agricultura etc. el ejército son otros de los trabajos al que, en el caso del estado español, los jóvenes no desean. El colectivo de migrantes ya esta en las filas del ejército español, suponen un 5’4% del total. La migración se esta convirtiendo en uno de los movimientos sociales importantes de este siglo XXI, y se convierte también en un tema de importancia desde el punto político y económico tanto para el país que recibe como el que deja salir a los jóvenes como mano de obra barata. Desde el punto de vista político - al lugar que llega – la migración, desde un punto de vista negativo, puede servir (ya sirve)de basa para los partidos de extrema derecha que se valen de éste fenómeno natural, para soliviantar a las mentes más reaccionarias y fascistas, y sembrar cizaña con argumentos que ni ellos mismos se creen pero que repiten como alharacas baratas en los ambones electorales, y se presentan los partidos de extrema derecha, como defensores paladines a la invasión extranjera. Y desde el punto de vista económico hay que analizar en sus dos vertientes, la primera que ayuda a mantener el estado del bienestar al país que llega, en el caso que me estoy refiriendo, España, la situación no puede ser mas favorable, desde que los migrantes están en las lista de la seguridad social las arcas del estado ven garantizado el mantenimiento de los pensionistas, aunque sigue siendo agónica por la falta de personal en la mano de obra para el futuro. Por otro lado la tasa de natalidad de este sector es más alta que la de los españoles. Y la segunda tiene que ver con el país de donde salen las persona; las remesas que mandan a sus países de origen, sirve entre otras cosas para hinchar las arcas de su país, a la vez que ayudan a sus familiares con un de dinero una vez al mes y que muchas veces se convierte en el único ingreso que pueden tener. El neoliberalismo es el causante de esta doble atracción económica y política. Es además una de las causas más importantes que empuja a miles jóvenes de los países del Sur a migrar a los países “más ricos” e industrializados. Sin embargo la migración cuando llega al país no siempre se encuentra con los brazos abiertos, es más nunca se les espera así. Para ello, los estados muchas veces se valen de leyes que, como la de extranjería, y como lo denunciaron no hace mucho amnistía internacional en su informe anual. La vulneración de los derechos de los migrantes en el país de acogida y el no tener papel que regularicen su residencia es una de las causas que empuja,a la desesperación. Se violan sus derechos, se les tortura y la mayoría de las veces nunca se investigan y los responsables y culpables de esas violaciones, en el mejor de los casos, los responsables entran en el olvido judicial. Cada vez más se ven extranjeros en puestos de trabajo como el de servicios domésticos, en este sector la mayoría de las veces se trabaja sin contrato. La construcción, agricultura etc. el ejército son otros de los trabajos al que, en el caso del estado español, los jóvenes no desean. El colectivo de migrantes ya esta en las filas del ejército español, suponen un 5’4% del total. También el “sector servicios”, restaurantes, hoteles, bares...ya empieza a ser más evidente la presencia migrante.En la agricultura mas de lo mismo y en la construcción mucho más.Es notable pues, la presencia de lo mingrantes en trabajos que no quieren realizar los españoles. Y como mano de obra se ve también la presencia de inmigrantes, sobre todo latinoamericanos, en el de filas del ejército español. No es de extrañar, pues, que de parte del Gobierno español,se lancen campañas de reclutamiento dirigidas, precisamente a ese sector de la población migrante. Muchos soldados inmigrantes entran al ejército, no por vocación, ni patriotismo, si entran lo hacen por necesidad. Los jóvenes migrantes se ven obligados a engrosar las filas del ejército español, y lo hacen con la promesa de obtener durante al menos tres años un puesto de trabajo fijo, y, lo más importante es de obtener los papeles de residencia y/o de trabajo esta puede ser una solución “fácil”. ¿No es acaso un vil engaño cubrir las plazas en el ejército con ofertas de trabajo y la obtención de papeles por medio del servicio militar?. Recientemente murieron tres jóvenes colombianos en el Líbano, los tres formaban parte del ejército español. Y en el momento de la lectura de los fallecidos por parte de responsable del gobierno para estos menesteres, los presentaba no como españoles, si no, como extranjeros ,y en este caso concreto como colombianos. Enrolarse en las filas del ejército, cualquier ejército conlleva, y, todos lo sabemos, la utilización de las armas en el ejercicio de sus labores, y,su “trabajo”como es obvio no es para menesteres humanitarios. En estos últimos años se han lanzado campañas publicitarias, en los medios de comunicación, para darle una imagen nueva al ejército, que como "ejército profesional" puede solucionarle la vida a quien entre en él. Los migrantes como en cualquier otro trabajo, se están convirtiendo en carne de cañón para los “trabajos humanitarios” que realiza el ejército. De la misma manera que miles de migrantes realizan los trabajos que los españoles no quieren, las fuerzas armadas es también otra posibilidad de trabajo.¿A quién beneficia realmente el que exista un ejército y se dediquen millones de Euros de las arcas del Estado? Dinero que estamos dando todos los días los contribuyentes. Así, quienes huyen de la pobreza o del terror, mueren en tierras extrañas defendiendo causas ajenas por que un día cualquiera de un mes cualquiera y de un año cualquiera, dejaron su tierra para buscar mejores condiciones de vida para ellos y su familia. Y en el camino encuentran, algunos, como el caso de los tres colombianos en el Líbano, la muerte, Migrantes que se convierten sin pretenderlo en daños colaterales... mientras sus familiares ven frustrada, el único sustento económico de toda la familia. A la mayoría de los migrantes se les ha impuesto una ley de extranjería injusta, que les prohíbe entre otras cosas, el reagrupamiento familiar. Se deja a un lado el derecho de asilo al que, quienes vienen huyendo de su país de origen por el motivo, real de persecución política o de otra índole, ya no puedan solicitarlo, se les deniega una vez hecho los trámites. A un sector mucho más amplio de la población extranjera se le reprime, negándoles por un lado el permiso de trabajo y de residencia, y por otro, a este pequeño sector al negarles la solicitud de asilo se les estigmatiza. La estigmatización lleva a muchos migrantes una vez negado el asilo, a vivir clandestinamente en el país. Mientras muchos se convierten en “manos de obra barata”un sector pequeño de la población ante la desesperación no les queda más remedio que entrar al ejército. Como un trabajo como otro cualquiera para ver solventado sus problemas.