viernes, 3 de abril de 2009

Un grupo de jóvenes antifascistas ocupa la sede del PSOE en el barrio madrileño de Vallecas

Un grupo de unos 25 jóvenes antifascistas ha ocupado la sede del PSOE en el barrio de Puente de Vallecas de Madrid para denunciar "la complicidad absoluta y descarada del PSOE y la Policía con los grupos neonazis", como en su opinión se demostró el pasado sábado durante una manifestación de ultraderecha. La ocupación ha comenzado sobre las 18.30 horas, cuando el grupo ha llegado a la sede del PSOE, ubicada en la calle Concordia número 9, y ha comunicado a las personas que había en la misma que iban a ocuparla "ante la complicidad del PSOE con los grupos nazis", según ha explicado uno de los encerrados.

Las personas que había en ese momento en la sede "lo han entendido" y se han marchado, por lo que la ocupación ha sido totalmente pacífica, según la misma fuente.

A partir de ese momento se han congregado ante la sede socialista varias decenas de personas, algunas para expresar su apoyo a los jóvenes antifascistas y otras por curiosidad.

Las personas que han ocupado la sede socialista piden la total absolución de las 25 personas detenidas el pasado sábado al comienzo de una manifestación convocada por Movimiento Patriota Socialista, que modificó el recorrido previsto y se congregó cerca del Puente de Vallecas.

Un grupo de jóvenes antifascistas que estaban en esa zona intentó acercarse a los manifestantes, pero la Policía lo impidió y fueron detenidas 25 personas, siete de ellas menores, acusadas de desórdenes públicos, atentado y daños.

Los jóvenes antifascistas quieren denunciar también que la delegada del Gobierno, Soledad Mestre, "dijera ayer que iba a permitir que los grupos nazis se manifiesten por todo Madrid", según ha explicado el portavoz.

En un comunicado firmado por Vallekas Antifascista, se explica que el pasado sábado el grupo Movimiento Patriota Socialista cambió el recorrido de la manifestación que había convocado y la comenzó en Vallecas "con la ayuda de la Policía, y éstos a su vez acatando órdenes de la delegada del Gobierno".

"Este hecho es una completa provocación, no sólo por ser un barrio de trabajadores, sino porque también era el barrio de nuestro compañero Carlos Javier Palomino, que fue asesinado a manos de un nazi-militar cuando se dirigía a protestar contra una manifestación racista", añade.