jueves, 20 de agosto de 2009

Cada trabajador paga 355 euros más en el IRPF desde que gobierna el PSOE


Malas noticias en plenos rumores de subidas fiscales: desde 2004, el pago del IRPF se ha elevado en casi 7.000 millones por la no actualización del impuesto al IPC.

Todos los impuestos están en evaluación, dice ahora el Gobierno. O, lo que es lo mismo: los Presupuestos del Estado pueden deparar sorpresas, en forma de ajustes fiscales que pueden dar más de un susto al contribuyente.

El problema es que, si suben los impuestos, no será la primera vez en la etapa socialista para los españoles. Desde que Zapatero llegó a La Moncloa en 2004, cada contribuyente ha sufrido una subida fiscal de 355 euros.

Desde la entrada en vigor de la reforma de IRPF de 2003 hasta diciembre del año pasado, los contribuyentes del IRPF han pagado de más una vez descontados los 1.651,2 millones que supuso la reforma de 2007 un total de 6.748,5 millones de euros, calcula, en concreto, el estudio elaborado por el catedrático José Félix Sanz, Juan M. Castañar y Desiderio Romero para la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas).

Este sobreimpuesto encubierto es consecuencia de la incompleta indexación del IRPF a la inflación durante todos estos años, argumentan los autores.

El perjuicio es más que notable, por una sencilla explicación. Al finalizar cada año, las empresas suelen elevar levemente el salario de los trabajadores por las cláusulas pactadas en los convenios colectivos, que actualizan los salarios con la inflación de forma automática. El objetivo es que los empleados no pierdan poder adquisitivo con el encarecimiento de los precios.

Actualización

El problema surge cuando el IRPF no se actualiza también con la inflación real, pues el efecto final acaba siendo una subida del tributo, debido a que la actualización de los sueldos provoca que los contribuyentes pasan a tributar a un tipo superior en la tarifa del IRPF.

Lo mismo ocurre con las deducciones (vivienda, madres trabajadoras o planes de pensiones, por ejemplo) que, si no se actualizan con el encarecimiento de la vida que se refleja en las tasas de inflación, pierden poder real de desgravación.

La subida del impuesto desde 2004 quintuplica el coste de la reforma del impuesto del PSOE

Lo que lleva ocurriendo en los últimos ejercicios también sucedió el año pasado, en las rentas ganadas en 2008, que acaban de declarar los contribuyentes en la campaña de la renta de 2009, cerrada antes de verano. Para esta última liquidación, la normativa establece una indexación del 2% sobre los mínimos, tarifa y reducciones por las rentas netas del trabajo con el objetivo de corregir el IRPF de los efectos de la inflación, explica el estudio.

Sin embargo, tal nivel de corrección es insuficiente si tenemos en cuenta que la tasa media mensual de inflación de 2008 fue del 4,1%. El resultado es que los contribuyentes han soportado en la última liquidación del impuesto un exceso de carga de IRPF por importe de 1.161,4 millones de euros. Cantidad que se suma a los 1.169,5 millones de euros de 2004; a los 2.320,6 de 2005, y a los 3.748,1 en 2006. Hasta sumar este total de 6.748 millones de euros, restados ya incluso los 1.651,2 millones de la reforma fiscal de 2007.

Así, la culpable de esta subida es, de un lado, la actualización del IRPFlimitada, pues afecta sólo a la tarifa y no del todo y a los mínimos exentos del Impuesto. Pero, por otro lado, a ese impacto hay que sumar que el Ejecutivo hace esa actualización parcial con el objetivo del 2% de inflación referencia que toma del Banco Central Europeo, en vez de hacerlo con el IPCque realmente se espera tener a cierre de cada año.

Ese 2% contrasta, de hecho, con el 3% en que cerró el IPC medio en 2004; el 3,4% de 2005; el 3,5% de un año después; o el 2,8% de 2007. Aún peor: duplica el 4,1% medio en que cerró la inflación el año pasado.

El IRPF se actualizó parcialmente el año pasado con un IPC del 2%; la inflación real cerró en el 4,1%

Así, año a año, el impacto de este sobreimpuesto ha sido potente, al tiempo que exigido de forma silenciosa y poco transparente, según el informe. En este contexto, podemos asegurar que a pesar de la reforma llevada a cabo en 2007, el IRPF ha subido significativamente desde la reforma aprobada en 2003. Tanto es así que el incremento del Impuesto de la Renta, por ausencia de un proceso riguroso y completo, ha sido cinco veces más elevado que el coste de la reforma de 2007.

La farsa de la presión fiscal

Pese a que los impuestos suben, el Ejecutivo ha hecho ahora de la bajada de la presión fiscal una de sus banderas. Pero es que eso no significa que los tributos que pagan los españoles bajen.

El descenso de la presión fiscal no se debe, de hecho, a que la factura de los contribuyentes sea menor, sino a dos motivos: por culpa del paro, cada vez hay menos contribuyentes; y, además, es inferior lo que recauda el Estado por culpa de la fuerte destrucción de empleo que impacta en la recaudación del IRPF, por el desplome de los beneficios empresariales con su efecto en los ingresos en el Impuesto sobre Sociedades, o por el sobresaliente descenso del consumo, que hace retroceder la recaudación por IVA y otros impuestos ligados al gasto.