viernes, 5 de marzo de 2010

ERE en la Naval


La dirección de La Naval de Sestao informó en días pasados al comité de empresa de la apertura de negociación de un Expediente de Regulación de Empleo temporal que afectará a toda la plantilla, 422 trabajadores y que tendrá un gran impacto en la industria auxiliar que se alimenta de la actividad del astillero. Más de 1.100 personas trabajan en esas contratas y se vislumbra un complicado panorama para la localidad de la margen izquierda.

El ERE en una de las empresas tractoras de la Ría tendrá un gran impacto en un contexto económico en el que la estadística habla del fin de la recesión, mientras los empresarios tratan de contener la euforia y llaman la atención sobre el vacío en las carteras de pedidos.

La compañía ha redoblado durante los últimos meses los intentos para aumentar la carga de trabajo del astillero, pero varias operaciones se han visto frustradas en el último momento por la falta de financiación. Se ha tocado la puerta de varios bancos pero el estrangulamiento del crédito, una lastre para casi todas las empresas, ha sido una losa para una compañía cuyas operaciones movilizan un gran volumen de negocio.
Sin margen para competir en precio con los astilleros del Este de Europa y de Asia, La Naval se ha especializado en la construcción de buques con alto contenido tecnológico. Los más caros. Los más complicados de sacar adelante en medio de la crisis y de la desconfianza del sector bancario.

Según la compañía, se quiere iniciar un proceso de negociación con los "sindicatos" y así se lo transmitirán al comité. De hecho, su intención es activar el Expediente de Regulación en marzo o principios de abril y extenderlo hasta final de año. Quedan por definir las condiciones, el número de días que estará cada trabajador en el paro, el complemento del salario y, entre otras cuestiones, el sistema de rotación de las diferentes divisiones de la producción.

La dirección de La Naval tendrá que afinar mucho en relación a este último apartado. La actividad en los astilleros tiene sus ritmos. Los talleres de corte casi no tienen ya trabajo, porque sólo hay un buque en fase inicial, previsto para 2011, y ya está avanzado el proceso. En la grada del astillero junto a la Ría sólo hay una draga que se entrega el próximo junio por lo que los montadores y soldadores apuran su actividad.

Los que llevan ya un tiempo sin trabajo acudiendo todos los días a su puesto son los ingenieros y técnicos que perfilan las características de los barcos. Serán previsiblemente los primeros a los que se aplique el ERE, son más de un centenar de trabajadores. La compañía desea aprovechar el ERE para incidir en la formación de los trabajadores y reforzar la apuesta del astillero por los buques de alta tecnología.