sábado, 20 de noviembre de 2010

La extrema derecha en Cádiz


Por sus amigos los conoceréis. El líder de Democracia Nacional, Manuel Canduela, posa en una de las fotografías de su 'currículum'con Alessandra Mussolini. En otra comparte un sonriente plano medio con Jean Marie Le Pen, padrino de la nueva extrema derecha europea. En ambas imágenes destila un aire de inequívoca satisfacción. Gasta el mismo gesto contenido, pero a la vez emocionado, que las 'grupis' se reservan para las grandes ocasiones. «Aquí estoy -parece decir-. Con lo mejor de cada casa».
El partido nació en 1995 a partir de la fusión de grupos minoritarios, entre ellos el Frente Nacional de Blas Piñar. Antes de dedicarse a la política, Canduela era vocalista de un grupo llamado División 250. Cuatro chicos que usaban cazadoras bómber 'alpha', botas militares y se rapaban el pelo al cero. Cantaban: «¡Eh, negro, vuelve a la selva, Europa es blanca y ésta no es tu tierra!». En su credo oficial los ideólogos de DN evitan identificarse con el 'filonazismo ilustrado'. Se definen como un partido «transversal» y «socialpatriota». Para qué más: socialpatriota. Una curiosa variación de 'socialnacionalista', a su vez una recomposición obvia del término 'nacionalsocialista'. En cualquier caso, interpretaciones al margen, Democracia Nacional participa de la Plataforma Euronat, auspiciada por el 'maestro' Le Pen y que abarca siglas tan sospechosas como el SVP suizo, o el NPD alemán, siempre al borde de la ilegalización. Esteban Ibarra, presidente de Movimiento contra la Intolerancia, no admite sutilezas al respecto: «Llamar a DN extrema derecha es suavizar sus posiciones. Son ultraderecha radical».
A lo largo de este año, Democracia Nacional ha sentado las bases para «comenzar la andadura de una agrupación gaditana». La reunión inaugural, según informan en su web, «fue organizada por Jairo Suárez, el delegado onubense de la formación, y Paulo Poyatos, fundador de DN y miembro de la mesa nacional». Tras el encuentro, dice el texto, «quedó nombrado como responsable de la delegación Antonio Pérez Omister».
Marroquíes y Gripe A
A Omister se le presenta así: barcelonés del 59, residente en Cádiz, casado, padre de dos hijos y de profesión «agente comercial del sector petróleo». Se reseña, para redondear la pieza, una de sus conferencias. Ahí va un extracto: «Omister hizo hincapié en la curiosa circunstancia de que el primer muerto por Gripe A en nuestro país haya sido una súbdita marroquí, y posteriormente su hijo recién nacido en extrañas circunstancias, con toda la alharaca mediática que le siguió. También comentó la persecución judicial que sufrimos los españoles en nuestra propia tierra para defender a los inmigrantes que nos invaden».
Más credenciales de Democracia Nacional en la provincia, profusamente recogidas en el apartado propagandístico 'DN en Lucha', que hace un repaso periódico de sus actividades: «Los militantes de Cádiz volvimos a salir a la calle para llevar a cabo la campaña 'No más delincuencia', en una zona brutalmente castigada por la inmigración ilegal». El texto se acompaña de una foto de dos chavales pegando carteles. Pero la más explícita, sin duda, es esta otra iniciativa: las juventudes de DN reparten folletos con el siguiente eslogan: «¡Compórtate o Lárgate!». Y debajo: «Contra los altos índices de delincuencia extranjera». Todo ello ilustrado con una 'aguda' metáfora visual: tres ovejas blancas expulsan de una patada a una oveja negra. La parcela protegida, evidentemente, está cubierta por la bandera española.
Pérez Omister opina sobre el 'problema' en una extensa entrevista recogida en el portal de DN. Pregunta: «¿Qué esconde detrás el proceso inmigratorio?». Respuesta: «Disolver la Nación Española en una sociedad 'multicultural' y profundamente islamizada». Receta económica, según el mismo teórico: «En nuestro país, la denostada autarquía creó una cosa llamada INI (...) de la que se beneficiaban tanto los obreros como los empresarios». Conviene recordar que el INI fue uno de los buques insignias del Franquismo.
Uno de los responsables andaluces de DN, explica: «Él ya no está con nosotros por motivos personales», pero asegura que las actividades del partido continúan en marcha. Esteban Ibarra, desde Movimiento contra la Intolerancia, insiste: «A Democracia Nacional hay que llamarla utraderecha. Y nos consta que está haciendo proselitismo en Cádiz, porque todos los movimientos asociados al populismo xenófobo se han crecido ante la crisis, saben que es el caldo de cultivo ideal para cazar adeptos, especialmente en las zonas más castigadas por el paro».
A los hermanos pequeños del Frente Nacional de Le Pen hay que sumar algunos bastiones clásicos, que comienzan a renovar sus estructuras y a salir del armario, al calor del descontento general. Por ejemplo, las juventudes de FE-La Falange han organizado subidas al Picacho de Alcalá de los Gazules para celebrar el Día de la Hispanidad con una procesión de banderas preconstitucionales. Las fotos 'para el recuerdo' todavía son accesibles en el banco de imágenes del Google, a pesar de que desaparecieron de su web oficial.
Un veterano de FE-La Falange en la provincia defiende así 'las precauciones' habituales ante la prensa: «En cuanto se supo el nombre del jefe provincial de las Juventudes recibió amenazas de muerte». Las fotos de Ángel R. aparecen desde entonces pixeladas en el portal de Falange. Puede que sea uno de los encapuchados que colgaron una bandera, adornada con el yugo y las flechas, en un puente cercano a Delphi, «en solidaridad con los obreros despedidos».
La otra facción de Falange (FE de las JONS), celebra hoy su asamblea nacional. También DN aprovecha el 20 de noviembre para reunir su mesa en Madrid. A ambas citas acudirán, según portavoces nacionales, representantes de Cádiz. El objetivo: «Que la sociedad despierte y nos descubra como alternativa».