viernes, 10 de diciembre de 2010

Curiosidades


El sindicato CNT. al comienzo de la Revolución de 1936, encontró en el Instituto Obrero la oportunidad para que los trabajadores entraran a formar parte de una élite obrera, a través del conocimiento y de la enseñanza. Hay que destacar que, a los estudiantes Obreros, se les abonaba un suelo igual al que tenían antes de entrar en el Instituto además de tener gratis los gastos educativos, la manutención y el internado. El Comité Nacional de la CNT creó en Valencia, con ayuda de su sindicato de enseñanza, un internado con similares características al Instituto Obrero, el Internado Escuela Durruti.

Jóvenes del Movimiento Libertario accedieron a unos cursos preparatorios, de tres meses, para tener la capacidad suficiente para aprobar el acceso al Instituto Obrero. Entre estos alumnos se encontraba Graciano Aparicio que nos deja este testimonio: "Cuando me dieron la oportunidad de ir al Internado Durruti la aproveché, me puse a trabajar con toda el alma para pasar los exámenes que nos hicieron... y cuando ya me dijeron que estaba aprobado el día 24 de octubre de 1937 me llaman -venga ya te puedes presentar en el Instituto-. Nos presentamos allí y empezó la vida aquella que a mí me gustaba… yo no era interno, como vivía en la calle del Portal de Valldigna, iba por las mañanas. A las siete teníamos que estar allí hasta las diez de la noche, todo el día, desayunar comer y cenar. Luego desde las ocho de la tarde, que cenábamos, hasta las diez, íbamos a la biblioteca. Cogías una libreta y pasabas a limpio los apuntes. Cada día había un profesor de guardia. Nos juntábamos en una mesa y empezábamos a hacer… y unos a otros nos preguntábamos -oye que yo no me he enterado de esto bien-, el otro, -pues sí-. Después teníamos un montón de libros allí y los cogíamos. Tenías una duda y pasaba el profesor -oiga tenemos esta duda- y él venía y nos la solucionaba. No, no, allí no se desperdiciaba ni una ni media hora, nada, tenías que estar preparado. No te podías descuidar, vamos.

"El Internado Escuela Durruti funcionó hasta el final de la guerra. Un total de tres promociones pasaron por sus aulas, situadas en la calle Carniceros. El Internado estaba en la calle Balmes. Allí chicos y chicas convivían en espera de aprobar las pruebas de aptitud al Instituto Obrero. El resultado fue extraordinario. De 150 vacantes para la segunda convocatoria del Instituto Obrero entraron 139 aspirantes. De ellos, 74 del Durruti, de los cuales 7 eran mujeres. Una de las chicas, Consuelo Montesinos, fue designada en mayo de 1938, por la CNT, para asistir a la revisión de instancias de los candidatos presentados para la tercera convocatoria, que también tuvo gran afluencia de libertarios. El tercer curso del Internado Escuela Durruti, para el acceso al cuarto semestre del Instituto Obrero, finalizó también con éxito pero las clases no se iniciaron, la guerra estaba perdida.