lunes, 7 de febrero de 2011

Roc Llop y Convalia, anarquista de la CNT


Roc Llop y Convalia (Miravet, 31 de diciembre de 1908 - París, 15 de agosto de 1997) fué un maestro, poeta, anarquista y militante de la CNT. Fué encarcelado después de los Hechos del seis de octubre de 1934 y, exiliado, en 1939. Estuvo deportado cinco años en el campo nazi de Gusen-Mauthausen. En Francia fue redactor de la revista "Terra Lliure".
Roc Llop estudió Magisterio en Tarragona y ejerció en Vallfogona de Riucorb. Durante la Revolución española de 1936-39 ejerció, también, de inspector de primera enseñanza, época en la que colaboró con Josep Alomà (CNT-FAI). Fué autor de ensayos y artículos sobre la renovación del sistema educativo de la República.
A principios de 1939, su militancia le llevó al exilio, en la Cataluña del Norte, donde después de una estancia en inhumanos campos de refugiados fue enrolado por el ejército francés, ya en guerra con la Alemania de Hitler, en una compañía de trabajadores extranjeros que fue enviada a trabajar en una fábrica de Morhange y, después, a fortificar la famosa e inútil Línea Maginot. Él y los compañeros de su grupo cayeron en manos de la Gestapo en el corazón de los Vosgos y fueron enviados a Gusen, el campo anexo al de Mauthausen, donde permaneció hasta su liberación en 1945. Lobo, un hombre bajo y delgado, "físicamente muy poca cosa", como recordará años después Montserrat Roig en "Els catalans als camps nazis", sobrevivió, a pesar de haber sido enviado dos o tres veces a la barraca de los inválidos por ser gaseado. Vivió cuatro años en aquel infierno, desde 1941 hasta el 5 de mayo de 1945, cuando el ejército estadounidense lo liberó.

Una vez liberado de Gusen, Llop se traslada a París donde se implica en la fundación de la Federación Española de Deportados e Internados políticos. Dirige el boletín informativo de la federación, "Hispania". Continúa su militancia en la CNT en el exilio y es responsable de la biblioteca y la secretaría de organización y finanzas. A partir de los años 1960 promueve la edición de "Terra Lliure", un boletín de los catalanes libertarios. Durante estos años retoma su labor literaria. Edita "Poemas de luz y tiniebla", con el que obtuvo la Flor Natural en los Juegos Florales del exilio de París de 1965. Nueve años después, con una recopilación de cuentos sobre los campos de exterminio, "Cuentos negros de las orillas del Danubio", gana un accésit a Víctor Catalán de los Juegos Florales de Amsterdam. Poco después publica en francés "Mission ratée del hombre sur terre". En 1986 publica "Tríptico del amor y prosas".
En el año 2008, en conmemoración del centenario del nacimiento del poeta miravetano, Roque Lobo y Convalia, y el Ayuntamiento de Miravet organizaron una serie de actos para recordar y reivindicar la figura del escritor, todavía muy desconocido, pero con un importante valor literario. El objetivo del consistorio era finalizar el 2008 habiendo conseguido que la sociedad conociera quien fue Roc Llop y cuál es su obra. Además, ese mismo verano se publicó "Roc Llop y Convalia, el exilio de un poeta miravetano", obra ganadora del XIII Premio de Ensayo Artur Bladé i Desumvila, que trata de la obra y de la vida del escritor .
En Miravet podréis disfrutar de su poema Costa de Riago donde Roc Llop recordaba su infancia en Miravet en esta subida única con el río de fondo. Si quieres disfrutar de este poema puede ir a la misma Costa de Riago y leer el poema, que lo encontrará escrito en una placa en la pared en honor a tanto ilustre poeta de Miravet:

El poema dice así:

Costa de Riago, arriba,
caminar, caminar.
Con un haz de leña al cuello,
sudaba, sudaba.
Uno por uno los peldaños,
contaba, contaba.
La cuenta ya he perdido,
que la fatiga me ganaba.
Antes de que llegara al fuego,
la leña ya me calienta.
El padre, cerca del río,
barbilla y anguilas pescaba.
La madre, al otro lado,
la ropa de los ricos lavaba.
Con la leña que yo llevo,
la abuela el fuego avispado.
Jugando, jugando en la calle,
el cansancio me pasaba.
Costa de Riago arriba, ...
un mundo de infancia pasaba.
Costa de Riago, arriba,
la de la vida montaba.
También la cuenta he perdido,
de subida y bajada.
Por el chico que me lleva el recuerdo,
el hombre que ahora soy, cambiaba!