jueves, 30 de junio de 2011

Violencia homófoba y detenciones en el día del Orgullo Eslavo


Tras Moscú y Minsk, la tercera edición del Orgullo Eslavo tuvo lugar este sábado en San Petersburgo. Como en las ediciones anteriores, la manifestación había sido prohibida por las autoridades, y de nuevo el valor de los activistas ha sido recompensado con violencia homófoba y detenciones policiales.

El Slavic Gay Pride viene siendo organizado desde 2009 por activistas rusos, ucranianos y bielorrusos, y su historia es corta pero accidentada. Sus ediciones anteriores se han saldado con violencia y persecucción por parte de las autoridades, y la de este año en San Petersburgo no ha sido diferente. De hecho, la manifestación del Orgullo LGTB ya fue prohibida el año pasado en dicha ciudad, y cinco participantes fueron arrestados.

Alrededor de veinte activistas rusos y bielorrusos desafiaron la prohibición y se manifestaron por la igualdad LGTB, perfectamente conscientes del peligro de ataques por parte de grupos de extrema derecha y de la propia policía. Y, en efecto, catorce de ellos fueron detenidos durante más de 24 horas, pasando la noche en el calabozo. Por si fuera poco, en julio tendrán que defenderse ante el juez de cargos por desobediencia a agentes de la policía, acusaciones por otra parte desmentidas por imágenes grabadas por los medios.

Todo esto contrasta con el apoyo que grupos de contramanifestantes de extrema derecha han recibido por parte de las autoridades, que dieron el visto bueno a una manifestación anti LGTB la semana pasada.

La difícil situación en Rusia

Hasta la fecha el estado ruso no ha autorizado ninguna manifestación del Orgullo LGTB. La ciudad de San Petersburgo sí concedió el permiso para un acto reivindicativo LGTB en noviembre, después de que tres tribunales declarasen contraria a la ley la prohibición de la marcha del Orgullo LGTB del año pasado. Lo sucedido ahora en la ciudad del Báltico ocurre un mes después de problemas similares en el Orgullo LGTB de Moscú, y tras la condena en octubre del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos a Rusia por impedir estas marchas años anteriores. Además, esta misma semana un informe del Consejo de Europa alertaba contra la homofobia y la transfobia en el continente, incluida Rusia.

En medio de tanta homofobia, parece que la situación va mejorando tímidamente, aunque queda muchísimo por hacer: una encuesta el año pasado arrojó que el 82% de los rusos se declaraba en contra de las marchas del Orgullo LGTB, y la cifra habría bajado este año a “sólo” el 61%