lunes, 13 de agosto de 2012

Curiosidades




Argentina, meses de octubre y noviembre de 1925. Tres individuos asaltan la estación de "Las Heras" y del subterráneo "Primera Junta", ambas en la capital, Buenos Aires. El primer golpe aporta a sus autores 38 pesos en monedas de diez centavos existentes en una pequeña bolsa depositada en el mostrador de la ventanilla de cobro, sustraída a toda prisa por uno de los asaltantes. La segunda acción y ejecutada de igual manera, aporta a los asaltantes una moneda de diez centavos hallada en una caja de madera. A pesar de lo ridículo de las cantidades sustraídas, estas acciones ponen en alerta a la policía argentina. Había que identificar a los autores. Tras las pesquisas, y con ayuda de la policía chilena, las autoridades argentinas reciben un dossier establecido con ayuda del gobierno español en donde confirman la identidad de los individuos que no eran otros que los libertarios españoles Durruti, Ascaso y Jover.

Se distribuyen carteles en todos los coches de subterráneos, tranvías, estaciones y cuando no en la prensa burguesa aparecen divulgadas las fotos de "Los Errantes", peligrosísimos anarquistas españoles a su paso por el citado país sudamericano.

Curiosamente la exhibición de esos carteles y de esas fotografías, darían inspiración al poeta Raúl Gónzalez Tuñón, literato oficial del Partido Comunista Argentino, para la composición de unos sentidos versos dedicados a Durruti, recordando su paso por Buenos Aires y a raíz de la muerte de éste en el frente de Madrid:

Lo veo en el retrato del prontuario
de frente, de costado, con un número
con un cabello turbio, despeinado.
Sólo faltaba arriba una paloma
con algo de furioso y delicado

Eso sí, los tres compañeros se desquitaron de lo sucedido con una acción de gran estilo, el 19 de enero de 1926, en una visita a la sucursal del Banco Argentino de la ciudad de San Martín. En esta ocasión los tres amigos en un rápido golpe de mano, expropiaron 64.085 pesos. Adjuntamos a esta entrada, las fotos de Ascaso y Durruti, que sirvieron para identificar a ambos, en lo relatado en este artículo, ya que el personaje de más arriba es García Oliver, y no Jover.