lunes, 29 de diciembre de 2014

Culto a la personalidad


 

La formación que lidera Pablo Iglesias Turrión registró su partido, Podemos, en el Ministerio del Interior, tal y como exige la normativa, para poder presentarse a las elecciones europeas. Podemos, que tenía que determinar además del logotipo, una serie de miembros de la junta directiva, un teléfono y demás datos de interés, ha optado por el rostro de Pablo Iglesias como símbolo del Partido sobre la palabra “Podemos”. No hay más que echar una ojeada a la web del Ministerio del Interior y buscar Podemos para comprobar que es cierto.

https://servicio.mir.es/nfrontal/webpartido_politico.html

Hablemos pues del "Culto a la personalidad" y cada cual saque sus propias conclusiones:

Cuando el personalismo se convierte en el factor determinante en un país, en una formación política... las rencillas personales, los complejos del gobernante, del líder, del jefe, sus propias patologías, empieza a inocularse a todo el Estado, a sus seguidores, a sus formaciones. Tales gobernantes y liderillos narcisistas, suelen rodearse de un amplio comité de aplausos, y periódicamente "depuran" sus filas, amistades y seguidores bajo el pretexto paranoico de estar infiltrados.

Se ha vuelto a poner en la palestra una peligrosa tendencia o "moda", que se creía superada, en las experiencias vividas por tantos países en el siglo pasado: El culto a la personalidad de gobernantes y liderillos como estrategia de perpetuación en el poder... o de acceder al mismo.

En el siglo XX casi una tercera parte de las naciones, dejaron en los pueblos huellas imborrables de lo que significa delegar el poder en un hombre, y estas se dieron en dos aparentes extremos: El comunismo y el fascismo, que a la postre habrían de dejar en la memoria de los pueblos el supuesto criterio de derecha e izquierda, donde se vende la idea de que la izquierda está con el pueblo y la derecha contra él, en una copia de los criterios dados por el comunismo mundial para favorecerse con la aceptación de la mayoría del pueblo.

El culto a la personalidad se dio con fuerza en la Unión Soviética con Lenin, y Stalin, principalmente, en China con Mao Tse Tung, en Albania con Enver Hoxa, Yugoslavia con el mariscal Tito, en Cuba con Fidel Castro; pero también se dio con Hitler, Mussolini y Franco. Grandes fotografías y un alto número de estatuas recordaban al jefe máximo, mientras juventudes, ejércitos y gran cantidad de adeptos estaban permanentemente uniformados y con banderas para declarar al unísono su adhesión al supremo líder.

Posiblemente colocar en un sólo párrafo las tendencias socialistas y las fascistas generará escozor en mas de uno, pero la realidad es la inmensa similitud psicológica e incluso ética de estos ejemplos de representantes del culto a la personalidad. Sería motivo de mucho trabajo profundizar en similitudes, entre las cuales están el alto grado de intolerancia que genera oleadas de propaganda contra los detractores, o su condena a la cárcel, la repatriación e incluso la muerte.

Todos tuvieron seguidores, todos manipularon los medios hasta dejarlos solo en el oficialismo, todos estructuraron hordas de seguidores que se hacían matar por ellos, todos generaron o promovieron una ideología y en todos, en mayor a menor magnitud se generaron terribles castigos y muertes en masa, en todos hubo intrigas internas que generaron “purgas”, muertes de cercanos colaboradores (a veces moría el mas cercano colaborador suicidándose en presencia del máximo líder y sin testigos), todos se plantearon como grandes reformistas al servicio del pueblo, inicialmente, todos buscaron conflictos con otros países....

Todos sucumbieron con la muerte física o política de los principales dirigentes y líderes, volaron en pedazos como naciones, generándose profundas divisiones hasta encontrar nuevamente su cauce. Y algo más, podría decirse con argumentos claros, que en todos estos dirigentes se dio algún tipo de patología, y cuando menos, fueron expresiones de un narcisismo acendrado que les hacía creer que ellos solos eran el mundo y a su rededor sólo había seres inferiores.

Analizar la historia permite entender la importancia de no repetir acontecimientos dramáticamente perjudiciales, y sobre todo, no creer a partir de “verdades” expresadas bajo el manto de la intolerancia oculta o no. Así que ahí tenéis, camisetas del líder Pablo Iglesias "made in Culto a la personalidad" en oferta para Reyes. Mantenemos lo dicho: cada cual saque sus propias conclusiones