martes, 28 de julio de 2015

Invirtiendo en represión: 200.000 euros para suministrar botes de humo y gases lacrimógenos a la policía española




Los beneficios irán a una empresa de familiares de un político del Partido Popular. Los hermanos de Ismael Bardisa copan el consejo de Falken, que facturó 7,8 millones al Gobierno entre 2000 y 2013 en material antidisturbios El último concurso, ordinario y abierto, es de 162.050 euros, pero la empresa ha ganado otros sin publicidad por más de 1 millón de euros.

La División Económica y Técnica del Cuerpo Nacional de Policía ha adjudicado el contrato de la adquisición de artificios fumígenos y lacrimógenos a la empresa Falken, SA, con destino al Servicio de Mantenimiento y Equipamiento Policial del Cuerpo Nacional de Policía.

Entre el repertorio de artilugios se encuentran cohetes de señales, cohetes granífugos, señales para la niebla y artículos de pirotecnia. Todo ello ha tenido un presupuesto de base de licitación de 140.057,50 euros respecto a los artificos fumígenos y de 56.023,00 euros para los gases lagrimógenos.

La adjudicación se ha hecho efectiva este sábado tras haber sido publicada en el Boletín Oficial del Estado. Falken, SA fue la única empresa presentada a concurso.

Esta empresa, que se dedica a la fabricación de productos de seguridad y artículos pirotécnicos en general, es el proveedor único y exclusivo de gases lacrimógenos y otro tipo de accesorios para las fuerzas de seguridad del estado desde hace años. Desde el año 2000 suma al menos 7,68 millones de euros en contratos firmados sólo con el Ministerio del Interior.

En ocasiones más puntuales, la empresa suministra sprays de defensa personal y grilletespara la Policía Nacional y la Guardia Civil, entre otros cuerpos. Además, explica que el último de esos contratos suma un gasto de más de un millón de euros. En ese caso el contrato se adjudicó mediante negociado sin publicidad.

La adquisición que acaba de ser licitada suma, como mínimo, la compra de 5.000 unidades de artilugios fumígenos y 2.000 en el caso de los gases lacrimógenos.