sábado, 9 de enero de 2016

Grecia: Made in Syriza



Miles de personas se manifestaron en Atenas contra la reforma de pensiones que propone el Ejecutivo griego, en una acción que estuvo salpicada por algunos incidentes violentos. Con eslóganes "No a la ley guillotina" y "No al consenso y a la sumisión, desobediencia y lucha de clase", los manifestantes, en su mayoría jubilados, marcharon después hacia la sede del Gobierno.

"Mi pensión fue recortada en un 25 % en los seis años de la crisis", declaró a Efe Zanasis, de 72 años, obrero de construcción jubilado que, tras 44 años de cotización, cobra una pensión de 700 euros mensuales.

"No les interesa hacer reformas. ¿Qué han hecho contra la evasión fiscal? Nada. Solo recortan salarios y pensiones, igual que los (Gobiernos) anteriores", comentó por su parte Nikos, de 50 años, funcionario en el ministerio de Interior.

En la Plaza de Syntagma, frente al Parlamento, un grupo de personas intentó romper el cordón policial que les impedía continuar su marcha hacia la sede del Gobierno, y se enfrentó contra las fuerzas de seguridad. La Policía contestó haciendo uso de gases lacrimógenos, aunque no procedió a detenciones.

A primeras horas de la mañana hora local, los manifestantes ya habían sorprendido a la Policía al congregarse directamente frente a la sede del Gobierno, donde desplegaron pancartas en las que criticaban las reformas del Ejecutivo de Alexis Tsipras. Una posterior protesta convocada por el sindicato de funcionarios contó con escasa participación.

El sindicato del sector privado, por su parte, emitió un comunicado en el que acusó al Gobierno de "dialogar solo con los que están de acuerdo con él" y anunció una conferencia nacional el 15 de enero para decidir sobre las movilizaciones que organizará "para evitar lo peor".

El ministro de Trabajo, Yorgos Katrúgalos, defendió el proyecto de reforma en una rueda de prensa y recalcó que el actual sistema de pensiones griego "no es sostenible, ni justo" porque "no ofrece la misma protección para todos".

El ministro reconoció que el estado de la economía griega apenas permite pagar las pensiones actuales y aseguró que la reforma beneficiará a los más pobres.

Ayer el Gobierno recibió el apoyo a la reforma de pensiones de la mayoría de las organizaciones patronales.
En un comunicado común, tras su reunión con Tsipras, los presidentes de las patronales aceptaron una subida moderada de las cotizaciones de los trabajadores. La propuesta del Gobierno contempla un aumento de las cotizaciones a las pensiones suplementarias del 0,5 % para los trabajadores y del 1 % para los patronos.

La reforma que el Ejecutivo heleno ha remitido a los acreedores para su examen, además de elevar la edad de jubilación a los 67 años, prevé mantener hasta 2018 las pensiones de los que ya están jubilados, pero maneja reducciones de entre un 15 % y un 30 % para los que se retiren a partir de este año.

El sistema propuesto se basa en una pensión estatal garantizada de 384 euros, a la que se sumaría una segunda calculada en base a la media salarial de los años trabajados, de forma que el jubilado pueda cobrar en torno al 60 % de sus ingresos promedios durante su vida laboral.