La entrega de unos premios este jueves no debió de parecerle un evento muy complicado y polémico al presidente "socialista" de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page: llegar, dar un discurso, aplaudir y hacerse la foto con los premiados. Sin embargo, este último giro del guion resultó ser más que polémico gracias a la estampa compuesta por el político socialista, la única mujer premiada -vestida con un 'niqab'- y, para rematar la escena, el príncipe Abdulaziz bin Abdullah bin Abdulaziz de Arabia Saudí.
García Page no dudó en poner de manifiesto su agradecimiento a la casa real saudí y destacó que España "no se entendería sin la presencia árabe". "Están en casa, es un honor que hoy estén aquí, pues para quererse, primero hay que conocerse", declaró. Por su parte, el príncipe hizo unas declaraciones que reforzaron aún más las contradicciones puestas de manifiesto en el acto: "Estos premios son una manera más de fomentar el diálogo frente al extremismo y la intolerancia", declaró. Sin comentarios.
