martes, 1 de agosto de 2017

Andalucía, la primera región en precariedad del empleo juvenil



Andalucía es el paraíso del empleo precario, temporal, mal pagado y con nula exigencia profesional para l@s más jóvenes. Ocho de cada diez andaluces/as menores de 30 años que logró un trabajo en 2016 no puede emanciparse: no gana lo suficiente para vivir de manera autónoma fuera de la casa de sus padres.

El último informe emitido por el Consejo de la Juventud en Andalucía, los jóvenes andaluces no sólo están al margen de la recuperación económica, sino que carecen de proyecto de futuro a corto plazo. El 55% de los menores de 30 años en esta comunidad se encuentra en riesgo de exclusión social, 17 puntos por encima de la media nacional (38%). Cuatro de cada diez jóvenes andaluces (45%) no tiene empleo, y el 36,2% que sí lo tiene también vive por debajo del umbral de la pobreza.

El acceso al mercado laboral está más precarizado. La mayoría de contratos nuevos se hacen en el sector servicio, en el ámbito del turismo, donde algunos ven ya una "segunda burbuja". Se crean puestos de trabajo que no dan para vivir, que están por debajo del umbral de la pobreza.

El empleo en Andalucía - dicen - está aumentando, pero el informe del Consejo de Juventud subraya que el 36% de chavales con trabajo tienen un salario medio es de 830 euros al mes -920 euros en España- y la tasa de temporalidad ronda el 92%. Más de la mitad de la población juvenil andaluza (55%) aceptó en 2016 un puesto que le exige una cualificación inferior a la de su formación profesional, lo cual también devalúa el sistema educativo, según los autores del informe.

Por otra parte, Andalucía ostenta la mayor tasa de temporalidad de las registradas por comunidades y el tercer porcentaje de sobrecualificación más abultado (el porcentaje de mujeres jóvenes andaluzas con una formación académica muy superior al trabajo que desempeñan es más alto que la media de España). El 67,7% de las personas ocupadas de menos de 30 años de Andalucía tiene un contrato temporal, de los cuales el 40% es de menos de un año de duración. La temporalidad laboral afecta especialmente a los menores de 25 años: el 83,7% de los jóvenes asalariados tiene un contrato temporal, una tasa 12,9 puntos porcentuales superior a la media de España en este perfil de edad.

Otro dato demoledor del informe del Consejo de la Juventud es que desde 2006, anterior a la crisis, no había existido en Andalucía un porcentaje tan bajo de jóvenes emancipados. Sólo el 18% de los menores de 35 años gana lo suficiente como para salir de casa de sus padres. En el segundo trimestre de 2016, tan sólo el 29,8% de los jóvenes de 16 a 29 años tiene ocupación, lo que constituye la segunda tasa de empleo más exigua de España en este colectivo de edad.

El documento cruza los datos de emancipación juvenil con los de precios de alquiler de vivienda, que se han disparado al mismo ritmo que los bancos cerraban el grifo crediticio y el precio de compra se estancaba. En Andalucía, el acceso a una vivienda en régimen de alquiler absorbe el 60% del salario medio de los jóvenes, incluso más en algunas provincias como Sevilla y Málaga donde alquilar un piso de dos habitaciones cuesta unos 600 euros (más del 80% de los ingresos que perciben los menores de 35 años). En el extremo opuesto estaría Jaén, donde la vivienda se lleva el 32% del salario juvenil.

Nivel de estudios 

 
El 15,6% de la población andaluza son menores de 30 años (1,3 millones de personas), hasta el 22,4% si la franja llega hasta los menores de 35 años. Del primer grupo, sólo un 18% puede costearse un piso propio, del segundo grupo, el porcentaje es mayor (70%). En ambos casos, más de la mitad tiene que compartir vivienda con otros para afrontar los gastos comunes.

El informe también relaciona los datos de emancipación personal con el nivel de estudios. La población joven andaluza, menor de 30 años, presenta un nivel formativo más bajo que la media de España. El 48,2% de chicos y chicas de 16 a 29 años sólo ha terminado la Secundaria obligatoria, tiene estudios primarios o carece absolutamente de ellos. El nivel de fracaso escolar es cinco puntos superior a la media nacional. Sólo el 34,7% de jóvenes tiene estudios superiores antes de cumplir los 30 años. De este grupo, sólo el 20,9% ha podido emanciparse.