martes, 8 de agosto de 2017

Venezuela: Pronunciamiento Anarquista contra la Carta Democrática Interamericana y el Estado

A continuación reproducimos un comunicado firmado por los editores de Gargantes Libertarias (región venezolana), el cual originalmente lleva por nombre "Pronunciamiento Anarquista contra la Carta Democrática Interamericana y el Estado". (N&A)
 
Actualmente Venezuela presenta una de las peores crisis de la historia, donde como de costumbre el pueblo ha quedado como víctima de los titiriteros que manejan nuestras circunstancias y nuestras condiciones de vida haciendo cada vez más difícil el sólo existir, ante todo esto y lo que aquí el status quo no menciona, nosotrxs como anarquistas Venezolanxs necesitamos fijar postura y expresar públicamente nuestra opinión.

1. Rechazamos la aplicación de la Carta Democrática Interamericana y sostenemos que por el mecanismo que encierra; es un acto donde los mismos Estados violadores de Derechos Humanos, autoritarios y corruptos serán quienes condenarán a su semejante, (en este caso, ¿será el Estado mexicano actualmente administrado por Peña Nieto, país de las fosas comunes? ¿O el Estado chileno especialista en reprimir manifestaciones de pueblos mapuches? ¿O el Estado argentino de Macri donde se violan los derechos laborales? o sin ir muy lejos Estados Unidos?) que decidirán por nosotrxs imponiéndonos sus decisiones y perpetuando más la estructura estatal.

Como anarquistas vemos que históricamente esto no ha significado un cambio sustancial en la política más allá de un cambio de caudillo, la Carta no elimina a los cuerpos represivos, ni elimina al Estado Capital, no se ven reflejados los problemas sociales, con esto podemos decir que no hemos visto el énfasis de la comunidad internacional contra el Arco Minero del Orinoco (AMO) que condena a la minería a cielo abierto, al 12% del territorio nacional, rico en biodiversidad, lleno de historia de lucha y arraigo de muchos pueblos indígenas. Nos preocupa que más allá de los argumentos de unos u otros, como población no conozcamos los nuevos límites a los que estaremos sujetos y así la comunidad internacional pueda valerse para intervenir militarmente al país, como una post-consecuencia de la aplicación de la carta. Venezuela quedaría oficialmente condenada internacionalmente y esto generaría una serie de relaciones no convencionales, aunadas a los problemas que ya vivimos como por ejemplo la escasez, el alto costo de la vida, la impunidad, la contaminación del agua, entre otros.

El Estado Venezolano viola los Derechos Humanos desde hace mucho y eso no ha impedido que transnacionales vengan a obtener ganancias exorbitantes, no les importó la constitucionalidad con tal de desarrollar sus proyectos extractivistas aun violando sus mismas leyes burguesas, con esto podemos evidenciar que la moral democrática y jurídica para ellos no es más que una falacia. Ahí es donde se les destapa la careta al Estado y al capitalismo. Luego de la aplicación de la carta, ¿cómo serán las relaciones de las transnacionales con el nuevo gobierno nacional? Tenemos la certeza de que seguirán los acuerdos, estas relaciones post-carta democrática se pueden demostrar con el ejemplo de la primera carta aplicada en la historia, impulsada por Alejandro Toledo contra la dictadura Fujimorista, luego de que el mismo renunciara, Alejandro Toledo en su gestión como presidente igual perpetuó el IIRSA firmado por Fujimori, firmó nuevos acuerdos con transnacionales mineras exonerándolas de impuestos y reprimiendo comunidades campesinas que se oponían.

2. Nuestra posición en contra de la Carta democrática no significa que apoyemos al gobierno actual, pensamos que el oficialismo, la MUD, y demás partidos políticos son muchas formas con el mismo fondo, aunque sus discursos sean desarrollistas o progresistas ninguno muestra una verdadera alternativa autónoma en contra del capitalismo y por consecuencia del extractivismo, la mayoría albergan a represores, justifican el militarismo, el clientelismo político y la mayoría ve como prioridad los pagos de las deudas externas, sin importarles cómo todo eso han sido los principales problemas que han agudizado la situación de extrema necesidad y de subordinación en la población.

El anarquismo como ideal rechaza al Estado en todas sus formas, sin excepción, no se somete a lo que desde las estructuras de poder se impone sobre la población. Ve en la democracia una forma de capitalismo, es decir vender el mejor producto, que en este caso sería el “mejor” caudillo, para que la gente por voluntad propia lo compre, o en este caso vote por el mismo y le pague el sueldo.

3. Como anarquistas abogamos por la realización de una Federación de Comunas Autónomas cuya meta es una sociedad horizontal, sin coacción, autónoma y autogestionada, accionando desde la cotidianidad junto a movimientos sociales que choquen en contra de las estructuras de poder, y manifestaciones populares que reivindiquen los derechos de las clases marginadas y oprimidas.

Firman: Editores de Gargantas Libertarias
Fuente: Gargantas Libertarias